Nacionalizacion de Ferrocarriles Argentinos- Version Taquigrafica en crudo
Esta es la version taquigrafica sin correcciones ni inserciones
Sra. Presidenta (Abdala de Matarazzo).- Tiene la palabra el señor diputado por Corrientes.
Sr. Marcópulos.- Señora presidenta: esta noche, los representantes del pueblo de la Nación Argentina venimos a saldar una deuda histórica. Si estamos sentados en nuestras bancas y ninguno ha querido dejar de lado la posibilidad de expresarse, es porque todos reconocemos el valor histórico del momento que vive nuestro país.
Agradezco a la señora presidenta de la Nación Argentina por su capacidad de leer los momentos históricos, por su pulso, por tener el liderazgo suficiente para dar los pasos adecuados a efectos de recuperar el país que soñamos volver a tener.
Este proceso todavía está parado en la recuperación; todavía está parado en aquello que perdimos y de lo que tenemos que hacernos cargo no solo como pueblo sino también como fuerzas políticas porque es lo que votamos en los años 90.
En este proceso de recuperación, una sociedad del Estado volverá a hacerse cargo de los ferrocarriles argentinos. Por eso, su nacionalización tiene que ser una fiesta para nuestro país: para los diputados de la Nación, para los trabajadores que nos acompañan en este recinto y en la plaza, y para todos aquellos que desde sus hogares en los puntos más recónditos del país siguen lo que está ocurriendo en el corazón político de la Argentina gracias al ARSAT-1.
Podríamos hablar de la sobrecarga del sistema automotor y de las muertes que esa situación produce. En mi provincia se registran más de trescientas muertes por accidentes en las rutas, y fenómenos similares se dan en el resto del país. Por lo tanto, todos sabemos que es imprescindible la recuperación del sistema ferroviario.
También podríamos hablar de la posibilidad de sacar nuestras cargas. La mayoría de la producción argentina consiste en alimentos no perecederos, en granos, etcétera. Por transporte en camiones salen 500 toneladas, mientras que solamente un 7 por ciento lo hace por vía ferroviaria. Esta es la matriz que debemos cambiar porque es la que nos está matando.
Podríamos hablar de muchísimas otras cosas, pero quiero centrarme en el debate político que estamos dando esta noche a partir de la decisión de constituir Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado con una matriz integral e integrada con capitales privados.
En este recinto he escuchado a diputados nacionales que se dicen progresistas quejarse por izquierda y por derecha. Se quejan porque no se estatiza, por la existencia de capitales privados y por la persistencia de las concesiones en las rutas. Esta ley permitirá tomar el control por parte del Estado; es decir, la supremacía estatal para regir los destinos del pueblo en lo que se refiere a las vías de nuestro país.
Recuperaremos aquello que nos quitaron en los 90, y me gustaría recordar a quienes en aquella época dieron su voto en el marco de una corriente internacional de privatizaciones, que no privatizaron los trenes argentinos. Gracias a Oraldo Britos y a otros legisladores nacionales, se concesionaron las vías; no se privatizaron. Con la sanción de este proyecto de ley recuperaremos el control del Estado perdido en aquel momento, con un esquema de empresa social integrada que es el que defendemos desde todos los discursos que pronunciaron en este recinto diputados demócrata‑cristianos como Carlos Auyero. Ni capitalismo salvaje ni estatismo absoluto sino modelo de empresa social integrada.
No queremos volver a las viejas empresas clientelares. Hay un directorio que se hará cargo de este nuevo modelo empresarial integrado con capitales y esfuerzos privados que seguirán siendo parte de esta Nación Argentina que estamos construyendo.
Esto es lo que queremos celebrar en el recinto, porque la discusión histórica tiene que ver con el modelo de país que queremos construir. El proyecto de ley de ferrocarriles argentinos rescata lo mejor de nuestra esencia de nuestro modelo económico y de lo que se pueda gestionar: la empresa social. (Aplausos en las bancas y en las galerías).
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